domingo, 29 de marzo de 2015

La prevención sí es posible

La interacción de distintos factores que involucran a la sociedad mexicana en su conjunto:
Educación. Hablar de salud reproductiva es uno de los puntos más importantes, pero cabe mencionar que la experiencia indica que la información es más efectiva cuando los hijos aprenden de sexualidad desde edades tempranas. Un buen apoyo para los padres son los cursos y talleres que hay en la materia y en los que se abordan temas como el uso e importancia de los métodos anticonceptivos y la manera de evitar un embarazo o contraer una infección de transmisión sexual.
Familia. Es de gran importancia que la relación entre padres e hijos sea abierta, afectuosa, con buenos canales de comunicación y que ponga en práctica la empatía (que los mayores traten de ver “del lado del adolescente” y viceversa). Los padres deben librarse del miedo a hablar sobre sexualidad y reconocer que, cuando no conocen un tema, deben buscar información juntos, de modo que el joven comprenda que hay una apertura y que se le toma en cuenta.
Equidad. Es importante cambiar algunos conceptos culturales muy arraigados para que los varones comprendan que el embarazo es una cuestión de dos y no sólo de la mujer. El hombre tienen la obligación de asumir su responsabilidad en la prevención de este problema e inmiscuirse más en caso de que vaya a ser padre, pues aunque no haya una unión formal con su pareja es muy importante su presencia durante la gestación y educación de su hijo.
Campañas. Su alcance ha sido menor del esperado, pero diversas estadísticas muestran que a pesar de todo sus resultados son favorables. Los especialistas entrevistados recomiendan que estos esfuerzos deben hacer hincapié en que mujer y hombre son responsables por igual respecto a la toma de decisiones sobre su sexualidad, y deben fomentar la no violencia en la pareja. Además, deben prevalecer los mensajes claros en cuanto al uso de los métodos anticonceptivos y la manera de resolver las dudas más frecuentes de los adolescentes.
Mejorar la atención. Aunque los centros de salud tienen la obligación de proporcionar información sobre métodos para evitar el embarazo, hay ocasiones en que los jóvenes son relegados y no se les brinda la ayuda a la que tienen derecho por ser menores de edad.
Para redondear este punto, la Dra. Carmen Laurel menciona que una de sus actividades consiste en dirigir talleres de información sobre sexualidad y prevención de embarazo en el Centro de Atención Integral para Adolescentes InterMedik, los cuales se dirigen a jóvenes, jefes de familia, personal médico y profesores. Sobre su experiencia, comenta: “En los chicos es común observar una buena respuesta, ya que es notable su interés para conocer más sobre este tema, y otro tanto podríamos decir de los padres, que a veces piensan que dar información a sus hijos es invitarlos a iniciar su vida sexual, pero al menos muestran más apertura que antes. Sin embargo, quienes me sorprenden son algunos maestros, pues hace poco estuvieron a punto de ‘quemarme en leña verde' en una primaria por contestar las dudas que tenían los niños durante una plática a la que me invitaron.
“Los educadores deben cambiar esta forma de pensar, pues ahí pude comprobar que los chicos tienen ya información sobre sexualidad, pero es confusa o errónea, y si no los orientamos adecuadamente vamos a tener problemas de infecciones, trastornos psicológicos o embarazos no deseados”, asegura.

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